Aston Villa gana, gusta y golea: no necesitó de las manos de Dibu Martínez, en el festival frente a Nottingham Forest, por la Premier League

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Unai Emery tomó las riendas en noviembre de 2022 de un Aston Villa que caminaba por la cornisa. El descenso estaba a la vuelta de la esquina. Sin embargo, no tenía dudas del potencial de los conocidos como los Villanos, el vibrante equipo de Birmingham. "Mi sueño es ganar un título y mi segundo objetivo es clasificarnos para Europa", asumía el pragmático entrenador. El club de Dibu Martínez no logra un título desde la Copa de la Liga de 1996. Y cuando el español de 52 años se refiere a "Europa", claro está, se trata de la Champions League.

"Mi idea es muy clara: quiero marcar muchos goles y que me conviertan poco. El reto es cerrar la portería", pregona Emery, que siempre exige "consistencia". Un fanático del equilibrio, como alguna vez impuso en nuestro medio (y en buena parte de América del Sur), el Patón Bauza. Estilistas de los cruces mano a mano. Aston Villa es un equipo noble, astuto... y con ciertas inconsistencias.

Lo sabe el conductor, que disfruta de su formación sin moverse de la línea, con un prolijo cabello engominado, sin movimientos bruscos, capaz de convertir tres goles en 39 minutos frente a Nottingham Forest. Y, al mismo tiempo, sufrir dos estocadas. Una en el final del primer tiempo y otra, en el arranque de la segunda mitad. Casi sin darse cuenta. Ni Martínez, el héroe de Qatar, se dio cuenta, con cierta complicidad en el primeros de ellos, según los especialistas más exigentes.

"Estamos alcanzando poco a poco nuestros objetivos. Estamos construyendo una mentalidad fuerte. Queremos ser competitivos. La primera meta era estar en Europa. El siguiente paso es hacer algo en los torneos europeos y llegar luego a la Europa League, la Champions...", afirmaba Emery, tiempo atrás. El 4 a 2 contra el equipo de Nicolás Domínguez (otra buena tarea en el círculo central y sus zonas de influencia) y con Gonzalo Montiel en el banco de relevos (Nuno Espírito Santo lo mira de reojo), es una muestra de su poderío. Y de su desequilibrio.

Con este resultado, los Villanos se mantienen en la cuarta ubicación, en zona de Champions League, con 52 puntos, detrás de tres gigantes, Liverpool, Manchester City y Arsenal. Y delante de Tottenham y Manchester United. Nada menos. Una auténtica revolución desde el silencio. Sobe todo, en su casa.

"El Villa es una máquina: contraataca, está bien organizado, comprometido al 100%, defiende profundo", describe Jürgen Klopp, entrenador de Liverpool hasta el final de temporada. El efusivo elenco local ganaba 3-0 con gritos de Douglas Luiz (dos, el segundo, una sinfonía de toques y destrezas) y Ollie Watkins. Estaba cerca del cuarto. Pero...

Moussa Niakhate, en el quinto minuto agregado de la primera mitad, convirtió de... pecho, con Dibu Martínez mal ubicado, a la salida de una pelota parada. Y en el comienzo de la segunda mitad, Morgan Gibbs-White definió ante la salida del arquero. Toda una curiosidad: Dibu casi no tocó la pelota en casi todo el encuentro. Un remate lejano, que controló muy bien. Y no mucho más. Fue un espectador de la exhibición de unos y otros.

Eso sí: sus números son impactantes. Alcanzó los 150 encuentros en la Premier League. Disputó 15 partidos en Arsenal y 135 en Aston Villa; suma 50 vallas invictas.

¿Nottingham tenía herramientas para empatar y darlo vuelta? Solo voluntad. El suspenso duró unos minutos, que convirtieron a este encuentro en el más atractivo, seguramente, de la 26° fecha de la Premier League. Al rato, Youri Tielemans chocó contra un palo. Y León Bailey, en el loco ida y vuelta, señaló el cuarto grito, una auténtica sinfonía de goles para cualquier relator. Faltaban 30 minutos. Y cualquier cosa podía ocurrir.

Dibu Martínez tiene su mirada sobre Unai Emery, su entrenador, con quien convive en una relación de mucho cuidado. "Es difícil describir en solo una palabra cómo es él. Es muy intenso en los entrenamientos, en las reuniones, en los partidos y post... No te deja relajar", explica. En forma de broma advirtió cómo vive desde el arco tener a la defensa tan adelantada en determinados tramos del partido: "Le dije al entrenador que necesito practicar un poco más los sprints. Corro para adelante y para atrás más que en toda mi vida...".

El español suele apuntar a la personalidad del arquero, en el ojo de la tormenta de vez en cuando. Expresa el conductor: "Está trabajando para calmar sus malas reacciones en el campo de juego. Emiliano es un ganador y es muy importante para nosotros. Su compromiso aquí es increíble. Hay pequeñas cosas que sabe que puede mejorar y está trabajando para hacerlo", contó, semanas atrás.

Evidentemente, esa conexión da sus frutos. A Dibu se lo nota más concentrado y menos explosivo. Y Aston Villa lo disfruta más y mejor, en esta auténtica revolución de pelear el campeonato con miles de millones menos que sus principales competidores.

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