"Hay que considerar a Perú como una plataforma para terceros mercados"

CÓRDOBA.- La funcionaria peruana Silvia Seperack, directora de la Oficina Comercial de PromPerú en la Argentina -la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo dependiente del Ministerio de Comercio Exterior- está convencida de que hay "mucho potencial" para que empresas argentinas se asocien con las de su país para encarar estrategias productivas y comerciales, como también usar a Perú como hub o plataforma para operar con terceros mercados.

En diálogo con LA NACION repasa que el intercambio comercial es favorable a la Argentina. Hasta noviembre del 2023, le había vendido por el equivalente a US$2100 millones, mientras que Perú lo hizo por US$182 millones. La relación es de diez a uno básicamente porque la Argentina comercializa productos importantes para la industria y el consumo, como soja, maíz, camionetas y petróleo. "Con mucho esfuerzo nosotros mandamos insumos para el sector metalmecánico, como alambre de cobre; productos químicos como el fosfatado de calcio; algo para la industria de plásticos. Nos movemos con la idea de insertarnos en la cadena de valor argentina con bienes intermedios", define.

La minería es un sector clave en la economía de Perú. Minería e hidrocarburos representan alrededor del 19% de su PIB. Cobre y oro son lo que más exporta el país; las principales inversiones extranjeras van ahí. Es una abierta y muy dependiente del exterior. A partir de 2015, el crecimiento interanual no supera el 4% (solo en 2021 saltó 13,4% por el rebote postpandemia). El año pasado cayó alrededor del 0,6%, muy impactada por la inestabilidad política.

En un foro de discusión sobre las oportunidades de inversión en el país, el ministro de Economía Alex Contreras dijo que este será un año mejor debido a que, pese a la recesión, los fundamentos macroeconómicos se mantienen sólidos: "Seguimos siendo una economía abierta al mundo, con una estabilidad macroeconómica envidiable de la región, y a pesar de los shocks somos de las pocas economías que a la fecha ha experimentado una caída de la producción, pero que ha acumulado más ahorros fiscales. Esta contradicción refleja un poco lo que es el Perú".

-¿Cómo define el intercambio comercial entre la Argentina y Perú?

-Históricamente es favorable para la Argentina. Hasta noviembre del 2023, le había vendido por el equivalente a US$2100 millones, mientras que Perú lo hizo por US$182 millones. La relación es de diez a uno básicamente porque la Argentina comercializa productos importantes para la industria y el consumo, como soja, maíz, camionetas y petróleo. Con mucho esfuerzo nosotros mandamos insumos para el sector metalmecánico, como alambre de cobre; productos químicos como el fosfatado de calcio; algo para la industria de plásticos. Nos movemos con la idea de insertarnos en la cadena de valor argentina con bienes intermedios. También enviamos productos que podemos ingresar por estacionalidad como palta y uva y algo de café o cacao. Los envíos argentinos están vinculados con el crecimiento de la economía y el consumo peruano. En 2018 la Argentina exportó US$1100 millones, ahora prácticamente lo duplicó. Perú, ese año, hizo envíos por US$181 millones y en el 2023 habremos cerrados en unos US$200 millones. Es decir, nos mantenemos.

-Perú tiene una economía estable, ¿qué oportunidades implica para la Argentina?

-Parte de la estrategia que desarrollamos es atraer inversiones, que se considere a Perú como una plataforma, como un hub, para terceros mercados. Tenemos 28 tratados bilaterales de inversiones; nueve convenios de doble imposición; 22 acuerdos comerciales que permiten llegar a 56 países. Claramente todo eso configura como un hub. En unos meses, cuando esté operando el puerto de Chancay se facilitará el acceso al mercado asiático; la logística se reducirá en 12 días, permitirá ingresar e irse con mercadería y más carga. Todo eso es importante. En Perú hay oportunidades para el agro; se pueden diversificar las exportaciones. La Argentina es fuerte en soja, maíz, en comodities, pero podría llegar a terceros países con palta, uva, arándanos, cerezas, que tienen más valor. Sería un 'ganar-ganar'. Los argentinos tienen un sector textil fuerte en el diseño, cuentan con la mejor escuela latinoamericana y nosotros lo somos en confección y fibra. Se puede hacer sinergia, producir de manera conjunta.

-¿No se aprovecha esa complementación?

-No. Ustedes tienen mucha inversión en diseño, en innovación podrían unirse con la calidad de la confección peruana. Nosotros hemos aprendido a vender a Europa, a Asia. Es clave no vernos como competencia sino como alianza estratégica.

-¿Hay otros sectores donde ve esa potencialidad?

-La Argentina invierte con éxito en tecnología; se destaca con sus unicornios. Uno de ellos, Globant, está en Perú aprovechando las posibilidades de acceso, la mano de obra calificada que no es más barata. Hay espacio para las fintech, ya que hay potenciales consumidores para estos servicios financieros; también en construcción de viviendas y de infraestructura. Este año hay seis licitaciones internacionales por US$5.700 millones.

-¿Cómo caracteriza a la economía peruana?

-Es un modelo de economía social de mercado, integradora, facilitadora, promueve el libre mercado, es abierta. Trabajamos para lograr acuerdos comerciales. El primero fue con Estados Unidos, después vinieron Europa y China; también profundizamos los acuerdos arancelarios con el Mercosur; ampliamos los con Chile. Hace tres años hicimos uno de última generación que implica ir más allá de los temas permanentes de este tipo de tratados porque permite acumulación de origen. Por ejemplo, una tela que se produce en Perú es procesada en Colombia y bordada en México y no se pagan aranceles ni impuestos. Fortalece las cadenas de valor de los tres países.

-¿Está subvalorado el comercio intra regional en Latinoamérica?

-Estoy de acuerdo. Nos pasa eso como parte de la Alianza del Pacifico, lo mismo con el Mercosur. Hay espacio para crecer, hay que ubicar nichos de mercado para ser más integrados.

-¿A qué lo adjudica?

-No es que no sea una prioridad, pero usualmente los exportadores buscan mejores precios. En Latinoamérica somos mercados con un poder adquisitivo más bajo y apuntan a países más desarrollados que pagan más y también son más exigentes. Eso es bueno porque favorece las certificaciones, la mejora de los estándares, exigen buenas prácticas. El operador prioriza y dependiendo de su grado de desarrollo elige.

-Para las Pymes esos mercados también son más difíciles.

-Es cierto; por eso hay que desarrollar acciones para mejorar el comercio intra Latinoamérica. Nuestra estrategia está alineada con esa política. Las compañías grandes tienen departamentos comerciales y el capital para salir solas al mercado. No las descartamos en absoluto, pero favorecemos a las Pymes. Las grandes arrastran, empujan, son motores que abren mercados. También priorizamos líneas de productos que no son commodities. En nuestro caso es lo minero-energético, apuntamos a exportar equipamientos y servicios de ese sector.

-¿Qué estrategia desarrolla PromPerú respecto a la marca país?

-Es una agencia de promoción que tiene institucionalidad, un directorio público-privado. Prioriza la estrategia, los planes, las acciones para promover exportaciones, inversiones productivas y turismo. Desarrollamos la marca Perú con una imagen de país moderno, abierto al mundo, mega diverso, multi cultural. Llevamos 10 años; la marca no ha variado, pero claramente modifica su estrategia por la dinámica del mundo. Perú es la marca paraguas, pero desarrollamos marcas sectoriales para promover diferentes segmentos. Por ejemplo, Super food; Textiles del Perú; Café del Perú; Cacao del Perú.

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