Mbappé se reserva la pólvora para el partido de vuelta en París
02/05/2024 07:00
El verdugo del Barça en la Champions se había convertido en la esperanza azulgrana para que el Real no lograse la 15. El PSG era el clavo ardiendo para el barcelonismo no vea como el Madrid, en el año que no ha contado con Courtois, en la temporada que padeció la enésima espantada de Mbappé, podía conseguir el doblete que más ilusiona: el de Liga y Champions. Incluso el de Champions y Euroliga. Luis Enrique, pues, tenía que ser el salvador del estado anímico del Barça. Pero, de pronto, la derrota de anoche en Dortmund (1-0) complica, y mucho, la clasificación francesa para la final de Wembley. Un golazo del rudimentario Füllkrug en el primer tiempo le dejó cara de susto a Nicolas Sarkozy, ayer sí en la grada del Signal Iduna Park. Y es que, si el partido se juega 100 veces, en 99 el PSG hubiera sacado un resultado positivo. Las seis ocasiones que marró en el segundo tiempo pueden pasar, según como acabe esta eliminatoria, a la historia de la Champions. En especial, esos dos cabezazos francos de Fabián Ruiz, absolutamente solo, en el área pequeña que echó fuera. O, más aún, la jugada de los dos postes en la misma jugada, el primero de Mbappé y el segundo de Hakimi. O, por no hablar, de las dos ocasiones clarísimas de Dembélé, anoche de nuevo el mejor de su equipo, pero que tuvo el empate en sus piernas y no pudo definir con acierto. El Mosquito, por lo que se ve, solo pica contra el Barça. Precisamente, los de Luis Enrique también perdieron el partido de ida de cuartos y remontaron en la vuelta. El Parque de los Príncipes decidirá, el martes, si el triplete del PSG todavía es posible.
