Aguantan el ritmo

https://www.quesomecanico.com/web/images/stories/noticias/2023-2024/37.Alba-Eibar/alba-eibar_04-celebracion-primer-gol.jpg

 

El Alba ha derrotado al Éibar en encuentro correspondiente a la 37ª jornada del campeonato de Liga de Segunda División disputado en el Belmonte. Quiles y Olaetxea anotaron por el Alba mientras que el tanto visitante fue obra de Jon Bautista. A expensas de que se complete la jornada, el Alba está situado en 17ª posición, con 42 puntos en su casillero.

El once de Alberto

Optaba el mister por meter a Riki en el doble pivote, prescindiendo de Fidel de inicio y metiendo a Juanma en banda por delante de Fuster. Saltaron al verde Vacilk, Álvaro Rodríguez, Glauder, Ros, Julio Alonso, Olaetxea, Riki, Agus Medina, Fuster, Juanma y Quiles

Miedo

Ya daba miedo solo el partido en sí, y más después de los resultados de la jornada. Y los primeros compases no invitaban al optimismo porque el Éibar, además de acaparar el balón, transitaba con una facilidad pasmosa hasta las inmediaciones de Vaclik. Volcando el juego sobre la banda derecha para que cobrase protagonismo Tejero, surtiendo de buenos balones a los puntas eibarreses y haciendo sacrificarse en defensa a Fuster.

Pesaba el peligro real, con tiro al palo y gol anulado incluido. Pero pesaba más esa sensación de que te supera lo que se te viene. Y lo que padecían Glauder y, sobre todo, Ros. No estuvo afortunado el cartagenero, que incluso se jugó marcharse a la caseta birlándole un balón con la mano a Corpas. Pero vamos por partes.

Se adelanta el Alba

Fue en una jugada muy rápida donde Juanma aprovecha un buen servicio de Fuster para ganar la línea de fondo y ponérsela atrás a Quiles para el primero. Minuto 25. Demasiado pronto, dice alguno. Que me quiten lo bailao, dice otro. El caso es que el panorama sobre el campo cambia poco. Hasta que el enésimo centro de Tejero, Jon Bautista le come la tostada el solico a Glauder, Ros y Vaclik para hacer las tablas antes del receso.

Cambia el panorama

Alberto metió a Kaiki por el amonestado Ros tras la pausa. Los armeros seguían teniendo la pelota, pero los blancos estaban mejor colocados y oponían más y mejor resistencia. Y desplegaban un físico que no se les vio en la primera mitad. Fuster contactaba más con la pelota y Agus Medina se multiplicaba y recuperaba, Aun así, en esta fase sucedió lo más peligroso del bando visitante en el segundo periodo, un zambombazo de Nolaskoain que se marchó fuera por milímetros.

Olaetxea

Quizá fue la única pifia defensiva visitante, pero resultó determinante: Olaetxea remata a placer un córner desde la frontal de la pequeña para batir por segunda vez a Zidanne. El Belmonte estalla. El Éibar, esta vez sí, acusa el tortazo. Ya ni la inoperancia de Miguelito Sesma les sirve de impulso. Y las entradas de Fidel e Higinio nos permiten tener esos momentos de balón para hacer que el rival tuviese que currar también en defensa.

El Alba aguanta

Padeciendo, pero aguanta. Bien defendidos los centros desde ambos costados y con Vaclik trabajando de manera notable, las opciones forasteras, que seguían apoyándose en su posesión casi exclusiva de balón, se redujeron a alguna que tuvo Stoichkov. La más clara, la de Higinio: pudo matar el choque tras servicio de Fidel, pero envió su remate por encima del larguero.

El Alba suma su tercera victoria consecutiva en un momento importantísimo y ante uno de los mejores conjuntos de la categoría.  A falta de que los estadísticos nos den el dato concreto, ni los más viejos del lugar recuerdan algo semejante. Y la semana que viene, Andorra: abróchense los cinturones.

El del pito y sus amigos

Hemos tenido el pavor de tener con nosotros a Miguelito Sesma Espinosa al pito y a sus secuaces Miguel Ortuño Serra y David Martín Bernal a las banderas, todos ellos del impertérrito Comité Riojano. Es un árbitro ñoño. Se pasa el partido corriendo, pero lo que es de pitar sabe lo justo. Mal con las tarjetas. Me da la impresión de que amonesta a Agus Medina y a Olaetxea por hacer falta al mismo tiempo. Pudo mandar a Ros a la ducha por jugarla con la mano siendo el último defensor.

×