3-1 | Eddahchouri y el Dépor dan un golpe en la mesa

La vida le sonríe al Deportivo. Si hubiera podido dibujar una tarde perfecta en la que encontrase paz y en la que empezase a soñar, no habría sido muy diferente a la vivida anoche. El descenso queda a más de diez puntos, el equipo se empieza a soltar tras hacer hincar la rodilla a uno de los grandes de Segunda División y, por fin, tiene un delantero. Parece poco, es una barbaridad. Mimbres, seguridad y gol. Zakaria Eddahchouri, casi en la primera pelota que tocó, hizo un movimiento instintivo de ariete y buscó la red. La encontró para reventar a la grada, para decir que él ya estaba en la ciudad y para gritar a los cuatro vientos que asume con naturalidad y hambre ser el nueve de este equipo. Su tanto abrió poco menos de un cuarto de hora de mística de Riazor en el que el Dépor vapuleó al Almería de los Luis Suárez, Baptistao y compañía. De la combinación de golpes que recibieron de los coruñeses en ese tramo de partido no se recuperó para acabar cayendo en A Coruña.

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